viernes, 22 de abril de 2016

Ruleta rusa erótica: cara a cara con el VIH

Holaaaaaaaaaaaa :) 
¿Pensabais que os había abandonado? Noooo! Quiero pediros disculpas por estos meses sin escribir pero he estado dedicándome a otros proyectos relacionados con la sexualidad :) 

Después de varios días escuchando, me veo en la obligación de escribir esta entrada ya que me parece una información necesaria y de obligado conocimiento... 

Una fiesta. Una orgía. Una persona con VIH pero nadie sabe quién puede ser... Estos son los componentes de una de las prácticas eróticas actuales más peligrosas: la ruleta sexual. 

((NOTA: Me gustaría recalcar y mostrar mi indignación porque en algunos artículos en los que cuentan esta noticia hablan de VIH y de SIDA como si fueran sinónimos, y no lo son!! Si queréis salir de dudas, podéis revisar una entrada que escribí hace tiempo: ))

La ruleta sexual está inspirada en el famoso juego de la "ruleta rusa": lxs participantes se apuntan con una pistola cargada con una bala y termina la partida cuando una de esas personas muere... ¿Cómo funciona la ruleta sexual? Se convocan personas a una fiesta en la que se va a realizar una orgía "al natural", es decir, sin preservativo (el único medio para protegernos de Infecciones de Transmisión Genital) y se invita a una persona que tenga VIH pero sin desvelar a nadie quién es. En ocasiones sólo se invita a personas infectadas pero en otras también pueden acudir participantes sanos. 

Me gustaría compartir el testimonio que un joven de 22 años le dijo a Josep Mallolas (médico del Hospital Clínic en Barcelona) contó en Cadena SER: 
 "Me dijo, mi sexualidad es importantísima y no me quiero resignar a vivir el resto de mi vida con un preservativo puesto. ¿Qué alternativa tengo? Infectarme. Y cuanto antes me infecte y antes me trate y mantenga una carga viral indetectable, antes dejaré de sufrir por si me infecto."
Al igual que este doctor, me quedé helada al leer las palabras de este chico... El VIH existe, no es una leyenda! Es una infección que dura toda la vida a la que, actualmente, podemos mantener a ralla con tratamiento pero no tenemos la cura. Además, aunque ya seamos portadores de VIH no significa que podamos realizar todas las prácticas eróticas que queramos sin protección, pensando "ah bueno, como ya lo tengo no pasa nada..." puesto que hay otras ITGs igual de importantes. Es más, si dos personas con VIH mantienen un encuentro sin preservativo (ya sea sexo anal, vaginal u oral) pueden alterar sus cargas virales y, por tanto, su estado y su tratamiento. 

No es cuestión de educar, de mirar la sexualidad desde un lado negativo, desde el miedo... Como un estudiante me dijo "Profe, yo no voy a hacer nada de nada, porque si no es un infección, es un embarazo... ¡vaya rollo!" Esa no es la respuesta. Cada persona vive su sexualidad como desea y quiere, puesto que es su derecho. Pero tiene que ser responsable con su placer y valorar, poner en una balanza lo que vale su salud. Y no sólo la suya, porque en esa ruleta, en esa noria, estamos todxs montadxs... 

Nieves L.P, Psicóloga-Sexóloga 

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